Hoy fue la última clase de mi carrera dentro de los salones de la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín (por cierto en el aula F7, número que significa buena suerte), y debo admitir que sentí nostalgia al dejarlo a mis espaldas mientras me retiraba.
El aula de clases fue para mi un lugar para aprender, enseñar, reír, discutir, planificar, investigar, reflexionar, conocer, vacilar y hasta enamorar pero sobre todo compartir; compartir con quienes te rodean sobre lo aprendido y por aprender, naciendo de ahí amistades increíbles.
La universidad fue tal cual es, un universo en donde se vive de todo un poco cuyo tiempo no te alcanza para seguir conociendo. Conocí a muchos detractores de la universidad en la cual se formaban, pero me pregunto ¿quién los obligó a inscribirse allí? pero bueno, nunca entenderé.
Yo, William A. Wielman C considero que no existe universidades buenas o mala, sino personas con pocas ganas de aprender o como he escuchado decir: "Aquellas personas no pasaron por la universidad, sino que la universidad pasó por ellos".
En fin, quien(es) haya(n) inventado la Universidad se preocupó por crear sociedades conscientes de la realidad en la que viven; mi aplauso por ello. ¿Por qué no llamarla Multiversidad?