miércoles, 18 de julio de 2012

Violencia escolar:Realidad latente en las escuelas

    Muchas son las aulas de escuelas y colegios de la ciudad de Maracaibo, que son presa de la llamada violencia escolar, pues estos últimos años se ha visto un aumento de conducta violenta dentro de los planteles educativos tanto a nivel de primaria como de bachillerato.

    La violencia escolar la definen los psicólogos, como un conjunto de actos agresivos y deliberados que mantiene el niño o adolescente hacia sus compañeros de estudios e inclusive hasta con sus propios maestros. Estos actos preocupan al personal docente que labora en los diferentes planteles de la ciudad de Maracaibo.

    Las edades entre las cuales el niño tiende a ser mas agresivo, oscila entre los 11 y 17 años. Por ello resulta crítico y delicado tratar al niño durante esta edad, ya que en ese momento se está desarrollando para pasar a la adolescencia y son niños que se hallan muy confundidos.

    Para la psicóloga María Fernanda Olávez, las causas de la violencia escolar pueden ser muchas, pero radica principalmente en el ámbito familiar, la relación entre los niños y los padres y la manera en que se está criando el niño, también en como se manejan sus maestras a la hora de ser muy permisivos o autoritarios.

    Puede haber muchas consecuencias de la violencia escolar, que va desde el maltrato físico por parte del agresor; ya sea por golpes,  hasta llegar a un maltrato psicológico y emocional en el que la única victima es el niño o niña que agrede. La situación se torna delicada, cuando se llega a ese punto de maltrato.


    Es importante señalar que en cuanto a Maracaibo; esta posee un alto índice de violencia escolar, tanto a nivel básico como a nivel de bachillerato. Este último, ha tenido un crecimiento en los últimos meses, pues se conoce de aquellos grupos liceístas que van a un liceo supuestamente rival y agreden las instalaciones y al alumnado.

    Este tipo de violencia no parece tener distinción de clase, pues en ambas categorías sociales tanto ricos como pobres son palpables las consecuencias que traen la violencia escolar; aunque bien puede ser por diferentes causas. Es poco el alcance que tienen los docentes para atacar el problema, pues es mayormente en su casa de donde los niños adoptan malas costumbres.

    Son los padres pues, quienes tienen tal responsabilidad de evitar  que su niño sea tanto víctima como victimario de la violencia en las escuelas. Los padres ricos piensan que ya le dan todo a sus hijos cuando los complacen en muchas de sus demandas; pues resulta un grave error, el niño al no sentir afecto por parte de sus papas, este se muestra agresivo con el fin de llamar la atención.

    Es vital que sean los padres quienes antes de traer a sus hijos al mundo, hagan el compromiso de poder servir sólo para sus hijos cuando estos se encuentran indefensos ante el nuevo mundo en el que se desenvolverán mas adelante. Mientras tanto para mermar un poco la situación, se encuentran los orientadores y psicólogos atendiendo los diferentes casos que se hallan en distintos planteles de la ciudad. 

lunes, 2 de julio de 2012

¿Batalla de ideas o lucha de intereses?


    ¿A quién le gusta que le critiquen y hablen sólo lo malo que una persona tenga?, puede ser que nadie. ¿A que periodista le gusta sentirse limitado y obligado en el quehacer de su trabajo?, a ninguno (a menos que se beneficie lucrativamente). De esto se trata la disputa que mantiene el actual Gobierno venezolano contra los periodistas y medios que intentan hacer un periodismo que se base en la búsqueda de la verdad. En los últimos ocho años han crecido considerablemente los roces entre ambas partes, en donde no pareciera existir alguna tregua, sino por el contrario, se acentúan cada vez más las hostiles relaciones entre Gobierno y periodistas.

    “No hay nada más peligroso que la verdad”, así lo ha reconocido hasta el mismísimo presidente de la República Hugo Chávez. Esto conlleva a pensar que la supuesta verdad que muestra él, no es la más acertada y que detrás de esa, existe una verdadera a la cual el Presidente le tiene miedo. De ahí nace su afán por controlar y cercenar parte de los profesionales de la comunicación que se encuentran en la búsqueda de la verdad.

    Debe ser mucho el valor que tengan los periodistas para enfrentarse a la dura realidad venezolana pues el Estado no garantiza su protección, y más bien por el contrario, se usan las fuerzas de orden público para arremeter y hasta callar el trabajo que intentan cumplir los periodistas, el cual es informar. ¿El caso mas reciente?, la cobertura que hacían periodistas de Globovisión en La Planta, cuando efectivos de la Guardia Nacional arrebataron de manera agresiva la cámara del canal y devolviéndola después con daños.

    Resulta pues contradictorio, que los efectivos de seguridad no protejan a quienes buscan y promueven la información, sino que al contrario, parecieran ocultar algo. Se puede entender que los funcionarios no quieran dar las declaraciones pertinentes, pero que agredan y ocasionen daños a la propiedad ajena rebasa los límites de la libertad, de la que supuestamente estamos gozando todos los venezolanos.

    Si el gobierno venezolano, actúa bajo una fachada en donde dice que todo está bien, el periodista investigará para constatar que eso sea correcto, de lo contrario el comunicador social está en el deber y a su vez en su derecho de criticar y denunciar lo que no se está haciendo correctamente. Y es ahí el temor del gobierno en que periodistas revelen malas acciones, que puedan hacer temblar su permanencia en el gobierno. Mientras exista un lado oscuro del gobierno, también existirá un periodista “lámpara” que quiere revelar e iluminar aquello que se esconda ahí. De tal forma, dependerá de cada quien, en que su manera de actuar sea correcta o no, originándose entonces una interminable lucha de verdades o mentiras.